viernes, 28 de noviembre de 2008
La sexta practica la realice en la vereda la libertad, esta fue mi mejor practica para todos porque aquí era donde desarrollamos todos los conocimientos obtenidos, pues me correspondió sola. Al principio me dieron muchos nervios porque a pesar de todo siempre quedaba retirado Y me sentí satisfecha con todo lo que realice.
En estos momentos, en que se termina este momento tan importante en nuestras vidas, también se inicia un nuevo ciclo profesional por el que hemos luchado por tres años, realizando una evaluación de los resultados, las condiciones y oportunidades, para valorar su impacto y reorientar las estrategias. En principio, queda la convicción de que hay avances, pero también, que es todavía largo el camino para consolidar todo lo que hay por vivir.
Mi primera practica fue el la escuela claretiana, en el grado segundo los niños me recibieron muy bien estuve con mis compañeros Cristian vega, Carol, Isabel entre otros. Allí aprendí mucho, también serví de ayuda para la profesora Martha, ella me enseño como hacer de una clase un espacio para jugar y aprender.
También es muy importante y se requieren otros ingredientes: un programa o la organización de un proyecto, es decir, un proyecto con intenciones claras, con estrategias, un proyecto real, sobre todo, que muestre con firmeza para qué puede servir. Se necesitan espacios físicos adecuados, recursos económicos para los materiales que los niños utilizaran, que habrán de usarse, y una decidida voluntad de las partes -directivos, estudiantes, profesores, y en el nivel medio, incluso de los padres y madres-. Si alguno de los elementos falla, obtener resultados es muy complicado. Es decir, que la presencia de todos los elementos no garantiza óptimos resultados, pero la ausencia de alguno, provoca carencias que dificultan lograr las metas estas son muchas palabras que en este proceso uno va escuchando y actuando.
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